A lo largo del ciclo vital, los hábitos alimentarios dependen de una serie de factores tales como la disponibilidad de alimentos,
la cultura, costumbres, tradiciones, medios socioeconómicos, impacto de la publicidad alimentaria, etc. Dichos hábitos, así como la nutrición que se ha
tenido durante la infancia, adolescencia y madurez influye en gran manera en la
tercera edad. Por ello es que se carece de facilidad en el momento de trabajar en la modificación de la dieta de este grupo de población,
Sin embargo, durante la vejez se tiene un mayor riesgo de problemas nutricionales, debido a los cambios asociados al envejecimiento, que
produce una menor capacidad de regulación
de la ingesta de alimentos, como por otros factores asociados a él: cambios físicos, psíquicos,
sociales y económicos, además de la posible coexistencias de alguna o varias patologías, como las
alteraciones cognitivas o enfermedades del tracto gastrointestinal entre otras. Todo lo mencionado con anterioridad puede determinar
serios cambios en la ingesta dietética, llevando un riesgo de alteraciones nutricionales
importantes.
Conclusión
Como profesionales de la salud durante la valoración
del estado nutricional se debe tomar en cuenta los hábitos alimentario de los individuos, al igual que tener en consideración que esto puede representar un obstáculo, sin embarco con una eficiente educación en nutrición se puede llevar al individuo a un correcto estado nutricional.
Referencia:
1.- Galénitas, N., (2007) Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral. Valoración nutricional en el anciano: recomendaciones prácticas de los expertos en geriatría y nutrición [Internet].
La educación en nutrición es fundamental en cualquier etapa de la vida. Pues debemos saber informar y concietizar al paciente sobre como una buena alimentación podrá proporcionar una mejor calidad de vida.
ResponderBorrarSería interesante dar propuestas sobre como educar al adulto mayor, para que a pesar de tener tan arraigadas sus costumbres y tradiciones, logre modificar sus hábitos alimenticios para evitar patologías y complicaciones.
Estoy de acuerdo contigo, como bien se sabe este grupo es susceptible a cambios radicales en todos los aspectos como psicológicos, sociales, etc.
ResponderBorrarPor lo que debemos poner atención a ciertos aspectos para tratar de ayudar a estas personas a que lleven una vida de calidad, mejorando todos los aspectos antes mencionados.
En efecto el trabajo del nutriólogo es educar a las personas y así ellos puedan elegir mejor sus alimentos, para tener una buena salud.
ResponderBorrarEs importante lo que mencionas de los cambios y limitaciones que tiene el adulto mayor, así como los padecimientos que presentan para realizar una buena intervención nutricional.
La descripción que haces es importante para entender la etapa de la senectud; ¿Cómo afecta la accesibilidad y la disponibilidad de alimentos el que pueda o no modificar la conducta alimentaria?
ResponderBorrarDe acuerdo contigo , la educación nutricional es un tanto difícil en este grupo de edad, ya que a lo largo de su vida han creado malos habitos en cuanto a su calidad de vida. Sin embargo aquí entra el papel del nutriólogo para facilitar la educación con una buena alimentación.
ResponderBorrarTu como futuro profesional de salud. ¿Qué estrategia implementarías para modificar los malos hábitos en este grupo de edad?