jueves, 6 de junio de 2019

¿Quién debe decidir sobre la alimentación del adulto mayor, la familia o la propia persona?

La nutrición es un aspecto fundamental de la salud y la calidad de vida de todas las personas. En los pacientes geriátricos se debe prestar mucha atención. Una correcta alimentación en la edad madura es esencial para el mantenimiento y la funcionalidad de los órganos, por dicha razón nosotros como nutriologos debemos conocer las necesidades nutricionales propias de esta etapa de la vida, para proporcionar recomendaciones dietéticas adecuadas y detectar problemas relacionados con la nutrición en el envejecimiento.

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS EN LA EDAD MADURA
El anciano sano debe comer de todo un poco, su dieta debe ser variada y no debe prescindir de ningún alimento siempre y cuando lo tome con moderación. Las dietas restrictivas son peligrosas en la tercera edad porque favorecen carencias nutricionales específicas; sólo están justificadas si existe algún problema de salud.
Fijar las pautas alimentarias en esta etapa de la vida resulta difícil, debido a la diversidad que aparece en este colectivo: diferencias de edad, de estado de salud, realidad cultural y económica, etc. Pero aun así pueden establecerse los aportes mínimos recomendados para cada grupo de alimentos (leches y derivados; carnes, pescados, huevos y derivados; cereales, legumbres y tubérculos; verduras, frutas y hortalizas; y alimentos grasos), que deben modificarse en función de cada caso particular, especialmente si se padece alguna enfermedad crónica.
La elección de los alimentos debe ser personal siempre y cuando la persona tenga buena salud mental y no presente alguna discapacidad. Las principales discapacidades que afectan el consumo de alimentos en esta etapa de la vida es la perdida del gusto y el olfato, mismas que en caso de no contar con supervisión de un familiar, pueden llegar a consumir un alimento en mal estado favoreciendo la aparición de alguna patología.
Nuestro papel como nutriologos al atender este tipo de pacientes es orientar tanto al adulto mayor como a su familia, ofreciendo opciones que vayan de la mano con la dieta familiar para que exista un mayor apego al plan alimentario y no sea visto como un gasto extra, debemos tomar en cuenta las opiniones de ambas partes (familia y paciente) para que la calidad de vida del paciente se vea mejorada lo mas posible.

Bibliografía: 
alimentacion en el adulto mayor, SERNAC. Disponible en:

1 comentario:

  1. Lo felicito por la participación, le sugiero sea puntual para que todos los participantes lean, comenten.

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